¿NOS MORIMOS O NO? ESA ES LA CUESTION.
Miguel Ángel Sandoval
Como previsto, las declaraciones de Castresana afirmando que en país esta en riesgo de muerte, no han dejado a nadie sin opinar, y sobre todo, para decir que no hay que ser, que el comisionado exageró, y cosas por el estilo. Bien mirada la idea que plantea el comisionado de la CICIG, pues resulta que no es real en sentido literal, pues ello equivaldría a la muerte de unos 12 millones o algo más. Y la verdad que no estamos en ese trance. Es cierto que nos morimos pero de a poquito, gota a gota. Es como decía el poeta Manuel José Arce hace algunos años, total no pasa nada, me desangro. Nada más.
Pero el punto es que lo que advierte el comisionado es el serio peligro, riesgo, de que el país se nos caiga en pedazos de las manos; que se convierta de verdad en un país ingobernable, y que no tenga futuro, alternativas. A eso se refiere el comisionado español. No a la muerte física de todos nosotros. Pero si a la muerte de las instituciones del país y las ideas de gobernabilidad, de consensos, de vida en colectividad, en comunidad. Es eso lo que estamos perdiendo a ojos vista.
Que el comisionado de la CICIG lo diga solo le adjudica a esa declaración mas resonancia, pero eso ya lo sabíamos. Basta ver el deterioro del medio ambiente o mejor dicho la muerte de lagos, ríos, fuentes de agua, etcétera. La muerte de nuestros bosques, de las especies animales y vegetales. La contaminación del aire que lo hace irrespirable, Y en lo social, los asesinatos de mujeres, niños, gente de cualquier posición social, religión, preferencia asexual, y el resto de sectores.
Es por todo esto que no se puede dejar de tomar muy en serio la afirmación de Castresana en cuanto a que como país estamos agonizando. Infelizmente tiene razón, y lo que nos corresponde es dar un golpe de timón a nuestro camino. Es lo que nos toca hacer... Nada nos sacamos con la autocomplacencia.
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