lunes, 8 de marzo de 2010

DESBARAJUSTE AMBIENTAL

DESBARAJUSTE AMBIENTAL

Miguel Ángel Sandoval

Informaciones de los últimos días nos dicen que estamos ante un absoluto desbarajuste ambiental, en donde hay rumbo claro, ni políticas que permitan pensar claridad en lo ambiental. El asunto salta la vista con las declaraciones de los ministros encargados del medioambiente y de la depredación. Se sabe que en estos días vence el contrato que tiene la Perenco, antes Shenandoah y después Basic, y en ese proceso hubo cambios de nombres, socios y un largo etcétera. Lo que nes que con la presencia de la petrolera en sus diferentes denominaciones, el medioambiente sufrió desde entonces.

Ahora asistimos a un pleito sordo entre dos ministros. Un ministro de medioambiente y otro de minas. ¿Quien tiene la razón, como dice un programa de tele? Mientras tanto, y mientras se resuelve este problema, lo interesante es que tanto el ambientalista como el minero amenazan con irse si no se aprueban sus particulares puntos de vista. Con ello le están poniendo un ingrediente más a la sensación de dificultades de gobernabilidad.

Hay un dato cierto. Con las diferentes empresas petroleras que han tenido contratos y favores, el cuadro social no mejora. Hay según el ministro de minas, ingresos millonarios que se perderían, y la verdad es que si ese es el criterio, pues que se pierdan pues no hay ningún beneficio en años de exploración y explotación petrolera en la zona. Lo cierto es que no hay mejorías en los ingresos de la población, no hay desarrollo visible, nada pues que permita pensar que la extensión de un contrato podría ser una solución para la pobreza de la gente en esa apartada región del país.

En otra perspectiva, el deterioro del ambiente es realmente grosero. Son años de depredación, y no se hace nada en la famosa mitigación. Adicionalmente, apostaría doble contra sencillo, que los estudios de impacto ambiental para la exploración y explotación petrolera, fueron realizados por personeros de la empresa o por técnicos pagados por la misma.

Es necesario hacer un alto y reflexionar sobre el destino de las políticas de energía y de ambiente en el país. Solo con un ejemplo se pueden sacar algunas conclusiones: las carboneras, parte de la política de energía del país, son un verdadero atentado al medio ambiente. Y por lo demás, son contrarias a los compromisos internacionales contraídos por el país en la lucha contra el cambio climático.

Es por datos como estos que estamos ante un verdadero dilema que tiene connotaciones políticas de fondo. O impulsamos políticas a favor de la defensa del medio ambiente y nuestros recursos naturales, o hacemos cualquier disparate en medio de la confusión más absoluta.

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