LA CRISIS: EL MUNDO SE HIZO CHIQUITO.
Miguel Ángel Sandoval
Grecia es en éste momento un punto de confluencia de todas las miradas. Hay interés por lo que le pueda ocurrir, fuera de lo que ya está pasando a la sociedad griega, al futuro de Grecia, a los miles de hombres y mujeres de ese querido país, que para bien o para mal se le considera la cuna de la democracia.
Hace apenas unos años, se hizo la apuesta por la unidad europea, por la casa común, y por el tratado de Mastrich, y muchas cosas, entre las cuales, un pasaporte único, una moneda, el Euro, y muchas instituciones más. Había que hacerlo pues el futuro era promisorio desde donde se quisiera ver, incluso desde las izquierdas que desconsoladas después de la caída de muro, no supieron entender el nivel de crisis que nos esperaba.
Se teorizo sobre si ser pro o contra la casa común, era ser de izquierda en los nuevos tiempos, globalización obliga, y una serie de temas que incluso si los vemos hoy, nos dejan atónitos pues los criterios básicos se fueron dejando de lado para analizar, o hacer como que se analizaba, el nuevo escenario europeo. Así por ejemplo, se daba por descontado que los países con menos desarrollo se tenían que subir al carro de una nueva Europa sin importar los costos y las imposiciones.
Se llego incluso a tener debates sobre la inminencia de la unidad europea, lo obsoleto de la lucha de clases, los ciclos capitalistas, el desarrollo desigual, la relación entre centro y periferia, etcétera, y como una suerte de destino manifiesto se consideraba que la dinámica de Europa en curso llevaría a los europeos a un nivel de desarrollo nunca previsto. Era la época de los himnos.
Pero como dice un archicitado cuento cortito de un guatemalteco, Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. Del sueño de una Europa libre de los problemas de los pobres y del capitalismo, se encontraron con el dinosaurio de las crisis cíclicas, de las intervenciones financieras, de las huelgas, los muertos, heridos y presos. Fue bueno mientras duró, diría alguien tomándose el asunto con filosofía.
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