jueves, 13 de agosto de 2009

A CONSTRUIR LA UNIDAD

Letra Con Filo

A CONSTRUIR LA UNIDAD

Miguel Ángel Sandoval

Desde diversas posiciones y en muchas conversaciones, se discute en los últimos tiempos sobre la urgencia de la unidad. Incluso se le presenta como algo indispensable, y la condición básica para poder tener en nuestro país un proceso semejante al de Bolivia o del Ecuador, al de El Salvador o el de Paraguay, incluso el de Venezuela. Y todo como se fuera algo mágico, o como por generación espontánea la situación guatemalteca cambiara de un día a otro. La verdad es que esto no es tan simple. Veamos.

En todos los casos mencionados hubo antes del desempeño electoral, procesos de lucha social que en su desarrollo, configuraron las bases para el resultado electoral que en todos los países ha sido positivo, satisfactorio para las fuerzas populares y de izquierda. A título de ejemplo, en Bolivia fue necesario un proceso de lucha que se conoció como la “guerra del gas” y en otro momento del agua. Junto a ello el derrocamiento de un gobierno.

En el Ecuador, fue indispensable la emergencia del movimiento indígena y su participación en un gobierno en alianza con un militar y después la condena de ese mismo gobierno. En suma, un proceso de lucha social y política incesante. En otro de los países con gobiernos progresistas, hubo un proceso de lucha callejera y la construcción de alianzas por la base para conseguir los resultados electorales positivos. Me refiero al proceso argentino y la experiencia de los piqueteros y el renacimiento de la izquierda.

Mientras que en nuestro país, hay acercamientos de grupos de izquierda que tienen en común poco desarrollo en sus vínculos con los sectores sociales y muy poca experiencia y práctica de luchas sociales o políticas concretas. Por ello la evocación del pasado guerrillero que ya es remoto. En algún caso hay vinculación con las luchas por el cierre de minas o porque no se den más concesiones desde el gobierno. En otros hay relaciones con las diferentes expresiones de lucha campesina pero sin mayor desarrollo. Y en algunos casos hay vínculos con agrupaciones indígenas.

Pero en todos los casos se trata de la acción de algunos cuadros y no de un proceso que englobe a esos proyectos políticos. Adicionalmente contamos con documentos de naturaleza programática que pueden ser intercambiados unos con otros sin mayor alteración.

Desde el movimiento social hay el riesgo permanente de una oenegizacion, de proyectos de lucha que finalmente terminan en nuevos proyectos. Pero el punto es que en todos los casos tenemos un nivel de dispersión que no permite la acumulación social menos política. Son los hechos. Y como elemento principal, es que para las expresiones políticas o los movimientos sociales sectoriales, no hay un solo hilo conductor, o si se prefiere una motivación compartida. Se vive en la improvisación permanente, aunque ello se prolongue por varios años como en el caso de la lucha campesina o minera. Aclaro que las consideraciones sobre los acercamientos políticos o el balance sobre lo social es apenas un resumen, no se abordan los temas con la amplitud y complejidad que merecen.

Por ello y con toda la responsabilidad que el caso amerita, pienso que se podría reducir la discusión del proceso de la unidad y su construcción a un solo punto: la lucha contra el monopolio de la electricidad y lo caro de sus cuotas, para conseguir su nacionalización. Es un tema de alcance nacional, es un punto que permite la coincidencia de todas las expresiones políticas de la izquierda y de las expresiones sociales de los diferentes sectores.

Es un proceso de lucha que ya se inicio. En San Marcos hay constituido un frente que lucha por esta demanda inmediata pero que tiene enormes proyecciones, los sindicatos de la electricidad ya presentaron un proyecto de ley en el congreso de la república y desde el congreso, diputados y diputadas de izquierda o progresistas están en sintonía. En dos platos, propongo que construyamos un frente único en torno a este problema nacional y que su propio desarrollo nos lleve a desembocar en la unidad y en un desempeño electoral a la altura de nuestras expectativas. Lo contrario es insistir en los arreglos copulares que en verdad no llevan a ninguna parte.

La construcción de este frente, y no para establecer quien es más revolucionario, el mas lucido o las mas comprometidas, es la vía mas corta para el largo proceso de la unidad que tenemos por delante. En ello hay espacio para todos y todas.

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