HONDURAS: HOY POR HOY, TODO ES INCIERTO PERO NO IRRESOLUBLE.

Letra con Filo

HONDURAS: HOY POR HOY, TODO ES INCIERTO PERO NO IRRESOLUBLE.

Miguel Ángel Sandoval

Esta frase del título de esta nota, la tome prestada de un artículo de El País de España, en donde se hace una serie de reflexiones sobre la idea de abrir la nominación de la candidatura a la presidencia de Francia. En efecto, una de las principales dirigentes del socialismo francés, ante los malos resultados de las últimas elecciones, escribió en un diario francés que era indispensable llevar a cabo elecciones primarias. Como en EEUU se dice, pero de manera diferente.

Y esta situación de confusión pero soluble, para decir lo mismo que el titulo prestado, me remite a la situación de Honduras. En ese país la agenda política dice que lo primero que hay que resolver es la reinstalación de Mel Zelaya en la presidencia de ese país y luego, dar paso a un nuevo proceso electoral y sustituir de manera democrática al Gobierno del depuesto Presidente. Pero los tiempos se hacen cortos y ya estamos en la ola electoral, se vea de manera superficial o se perciba en las profundidades de la política hondureña y todos quienes observan el proceso.

Es cierto que la resistencia ha dicho de manera categórica que rechaza el actual intento de hacer las elecciones, pues las considera viciadas. Es cierto además, que la comunidad internacional está, por lo menos hoy, a dos meses del golpe, básicamente unida en su política de condena al gobierno golpista, aunque algunos países no digan ni mú. Pero también es cierto que salvo un hecho novedoso, como el retorno de Zelaya de manera abierta y en desafió al régimen de facto, no hay nada que impida las elecciones y las maniobras de los golpistas que ya están en curso.

Pero el gobierno del usurpador Micheleti dice que este 29 de noviembre tiene lugar las elecciones pase lo que pase, con legitimidad o con ninguna, con Zelaya o sin Zelaya. Además, sin tomar en cuenta a la Comunidad Internacional, sin el plan Arias y sin el consenso de la OEA, que salió de Honduras con las cajas destempladas, como se estila decir. En lo cual parece plausible ver la mano de los sectores más duros del gobierno norteamericano, que no se decide a pintar su raya del gobierno de facto que hay en ese país. La verdad de las cosas es que a estas alturas no quedan dudas del compromiso de la administración norteamericana, por acción o por omisión, con el gobierno golpista de Honduras.

En este contexto la resistencia en Honduras y el movimiento social y político, libran jornadas de luchas memorables, mientras se debaten en medio de esta situación y se pone en riesgo las probabilidades de tener el mejor desempeño político de su historia reciente. Se trata de ser una fuerza política, social, y además, electoral. Y ese es el contexto mayor del proceso hondureño. La opción electoral debe tener en cuenta que la consulta electoral, con lo importante que es, no resuelve las facetas sociales, políticas, económicas y otras del pueblo hondureño. Y en sentido inverso, las facetas sociales, políticas y económicas pueden tener vía la participación electoral un mejor momento, mejores condiciones para su realización.

Pero además, no se puede dejar de ver el nudo de contradicciones que se perciben en lo que de hecho, nos guste o no, es una especie de conflicto geopolítico entre los EEUU y las naciones que conforman el ALBA. Aunque ahora parecería que el tema se amplia y ello como resultado de las bases militares de EEUU en Colombia, aunque esto es parte de otro nivel de análisis

Participar sin más, como se señala, es poner en riesgo toda la credibilidad ganada en las jornadas de lucha desde el día del golpe a la fecha, y de los años anteriores, ni duda cabe. Y la opción por la no participación también tiene costos políticos que es necesario medir a efecto de no permitir que una lectura apresurada de los principios se convierta en la mayor debilidad de las fuerzas sociales y políticas de Honduras. Por ello el tema que ahora parece que se debate, no debe limitarse al estrecho marco de una o dos candidaturas políticas. Es mucho más grave que eso. Y ello debe contar con el más amplio análisis. Y es el tema que debería convocar a la más amplia reflexión de las fuerzas sociales y políticas de Honduras.

Pero a dos meses del golpe de estado, parece que todo pende de un hilo.