Emergencia por el hambre...
Si se hubiese aprobado una reforma tributaria progresiva, no estaríamos ahora en trapos de cucaracha financiera.
Se habla de decretar una emergencia por la crisis de hambre que existe. Para unos es hambruna, para otros es calamidad alimentaria, y para los que no ven, no existe más que una alharaca de los medios de comunicación o de los opositores al Gobierno. En mi nota de la semana pasada decía que era tiempo de tomar al toro por los cuernos y aprobar la ley de desarrollo rural, pues ya existe una propuesta consensuada con la sociedad civil, otorgar fondos para una política de desarrollo rural y de manera paralela, crear tribunales agrarios, y unificar en un solo mando y dirección la institucionalidad agraria.
Ahora nos encontramos con la idea de decretar un estado de calamidad o de emergencia, que para el ciudadano de a pie es lo mismo. Es lo que encuentra en su visita el Relator para la Alimentación de la ONU , que no termina de dar crédito al desorden que existe en nuestro país. La interrogante que queda es si esta iniciativa, es sólo para pasar el sombrero con la Comunidad Internacional , o para intentar arreglar entuertos que tenemos en el país, que no se abordan y todo mundo cierra los ojos.
Si se hubiese aprobado la ley de desarrollo rural desde la firma de la paz otra historia sería. Si se hubiese negociado el TLC en otros términos, la producción de maíz y otros granos básicos no se hubiera desfondado. Si se hubiese aprobado una reforma tributaria progresiva, no estaríamos ahora en trapos de cucaracha financiera. O si no se hubiese desmantelado el MAGA, pues ahora tendríamos una institución con oficio, recursos y con ideas de lo que está ocurriendo en el campo.
El punto que me interesa discutir es que para la hambruna actual, sí hay responsables. Es responsable Arzú por desmantelar el MAGA. Los diputados que votaron de manera favorable por el TLC, los que se oponen a la reforma tributaria globalmente progresiva, y los que no aprueban la ley de desarrollo rural. Pero sobre todo, los terratenientes acaparadores, los empresarios evasores, los empleadores negreros.
Lo que señalo lleva a pensar en otro modelo de desarrollo y no el neoliberal que existe. Lo grave, es que nuestros funcionarios no se dan cuenta de lo mal que van las cosas. Parecería que están pensando que el país aguanta con esta crisis y con varias más de forma simultánea. Quienes así lo piensen, viven en otro país, tienen otros intereses, y sobre todo hacen intentos de conciliar con los que sí se benefician tanto de la hambruna, como de la fiebre porcina, o la depredación ambiental. Todos los fenómenos que origina el modelo neoliberal, que si por algo se caracteriza es por no tener interés nacional.
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