miércoles, 24 de febrero de 2010

¿NEGOCIAR O NO NEGOCIAR?

¿NEGOCIAR O NO NEGOCIAR?

Miguel Ángel Sandoval

Como primera aclaración me parece que la idea de negociar, para la búsqueda de soluciones, no se refiere solamente al delicado tema del magisterio, aunque hay a quienes esto les parezca lo inmediato, el punto en donde la puerca tuerce el rabo pero no, pues hay varios problemas en el ambiente que demandan de urgencia solución y ninguno de ellos puede ser sobre la bases de la imposición de una lógica de intereses sobre la otra. No hay una correlación de fuerzas que lo permita hacer de esa manera.

Si hacemos un rápido mapeo, resulta que vemos al menos cuatro problemas urgentes que hace falta resolver, pues los mismos sin solución, solo anuncian dificultades importantes para el país, sus instituciones y sobre todo, para la gente que ve en estos un eventual alivio a sus problemas más concretos, o mas grave aún, un agravamiento de sus condiciones de vida cotidiana.

Los temas que señalo son en su orden, la vieja y urgente solución al asunto de la tierra, su tenencia y el abandono en que se encuentran los millares de campesinos. A continuación están temas más amplios como la fiscalidad; el asunto magisterial por supuesto y en orden inmediato, la minería y los problemas que esta levantando. Asimismo hay en el ambiente el asunto de la ley de acceso a la información y de manera simultánea, los alcances de esta ley y la figura de la transparencia que ahora se utiliza para discutir cualquier tema con razón o sin ella.

En caso presente hay la idea de que la acción del gobierno y del proyecto de cohesión social esta violando la ley, extremo que no es en verdad algo que se pueda esgrimir sin con ello violar la propia ley y los principios más elementales de la ética. Lo complejo del asunto es que de manera un tanto irresponsable, medios de comunicación se refieran a la actitud del gobierno y sus ministros en el tema de la transparencia y el acceso a la información. Y ello sin tomar en consideración los artículos de la ley de acceso a la información de manera real, objetiva, de acuerdo con la propia ley.

En particular se omiten los artículos 30 y 31 de la ley de acceso a la información pública, que son por lo menos muy claros en la reserva que se debe guardar con datos personales. Y ello nos lleva a situaciones de enfrentamiento innecesario o como se dice en las ciencias sociales, a escenarios del tipo suma-cero, en donde lo que nos queda a todos es asistir a discusiones sin salida o lo que es lo mismo, una pérdida general.

Es lo que me parece difícil de entender en la actividad febril de la diputada Montenegro, pues todo indica que podría estar siendo utilizada por sectores de la oligarquía tradicional en el ataque desplegado al programa MIFAPRO, y ello a pesar de su trayectoria.

Por ello, tanto en los temas del magisterio, en el problema agrario, el efecto de las minas, lo fiscal y otros, es necesario abrir un abanico de soluciones negociadas pues de lo contrario vamos a un desgaste como sociedad que nadie quiere, ni nadie promueve. Pero lo importante es contar con una propuesta que hable de ello. Es el sentido de esta nota inicial.

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