Transparencias y magistrados

Letra con Filo
Transparencias y magistrados
Por Miguel Ángel Sandoval - Guatemala, 11 de mayo de 2009
mszurdo@hotmail.com

Una de las perlas informativas del año fue proporcionada por uno de los impronunciables de la Corte Suprema de Justicia, cuando al comentar la nueva ley de acceso a la información, dijo orondo que, “sobre mi cadáver”, pero no doy la información que la ley establece. Nada más y nada menos. Ni modo, en el país donde hay 98% de casos con impunidad, con el cobijo de los magistrados, lo dicho por este personaje, es normal, no pasa nada. Es un magistrado más que confunde transparencia con opacidad, claridad con mentira, debido proceso con soborno de jueces.

Pero luego nos encontramos ante un hecho realmente grotesco. Resulta que este tipo de personajes, es quien establece las reglas, requisitos, o como se llamen, para la elección de los nuevos magistrados a esa cueva de impunidad. Y ello en secreto, violando una vez mas, la ley de acceso publico a la información. Contra todo lo que durante los últimos días ha planteado a los cuatro vientos un conjunto de sectores sociales interesados en la depuración de la justicia. De manera particular, los grupos pro justicia y de derechos humanos quienes se han manifestado indignados por la vileza de los magistrados.

En efecto, luego de una discusión animada en el congreso por los dimes y diretes de toda la vida, junto a la postergación de la ley de postulaciones para cargos en las magistraturas, un matutino el día 7 de mayo, anuncia con bombos y platillos los 15 o 16 o 17 requisitos para ser magistrado. Que por supuesto están hechos a la medida por los innombrables. En pocas palabras, los patos tirandole a las escopetas. Es como si una de las clicas de mareros, presentara los requisitos para ser considerado un muchacho modelo…

Con los criterios presentados, hay que ser abogado por diez años, juez (no necesario) tener una tesis (no se dice si fusilada), y un par de criterios mas. No se dice nada sobre si han defendido banqueros estafadores, narcos, traficantes de niños, pederastas, violadores, o si han acosado alumnas en la facultad, como muchos comentan, etc. En suma, una serie de pequeños requisitos que dejan de lado lo mero principal, como diría un corrido mexicano.

Sin embargo, para lo que debemos estar preparados y denunciarlo desde ahora, es para el intento que hay en alguno de estos innombrables, de continuar, como combo, en la dirección de la CSJ, al no haber acuerdo sobre los requisitos para la ley de postulaciones, ni sobre los mecanismos de elección, ni sobre los temas de transparencia, ni sobre las evidentes violaciones a la nueva ley de acceso a la información. Por ello, ojo, mucho ojo.