viernes, 24 de julio de 2009

CAMPESINOS ENTRE ADVERTENCIAS Y AMENAZAS, ¡MUCHO OJO!

CAMPESINOS ENTRE ADVERTENCIAS Y AMENAZAS, ¡MUCHO OJO!

Miguel Ángel Sandoval


El movimiento campesino y sindical hizo el jueves 23 de julio, un conjunto de advertencias sobre sus próximas movilizaciones. Todo con el antecedente de ofertas del actual presidente Colom, en cuanto a satisfacer las principales urgencias del campo. Es desde donde se quiera ver, una movilización social con legitimidad, con aval en las ofertas gubernamentales.


Ayer y el lunes, fue la Plataforma Agraria, y mañana es el turno de CODECA, fuerte organización que tiene sus bases sobre todo en la Costa Sur pero también en otros lugares del país. Ya antes fue el turno del CUC y los pobladores de San Juan Sacatepéquez quienes hicieron claro su descuerdo con la cementera en sus territorios. Asimismo, hay organizaciones que conforman la ADRI que están valorando la movilización para exigir desde las calles del país, la aprobación de la ley de desarrollo rural que parece se puede estancar en el Congreso.


En síntesis, estamos frente a una sacudida social que no obedece a consignas de Chávez ni de Fidel, tampoco de Zelaya, ni Evo Morales. Es un movimiento social que no se puede postergar ni menos evitar. Se inscribe en la lógica de los movimientos sociales que tienen demandas acumuladas y que se expresan de la forma más caprichosa, con rasgos de espontaneidad. No hay entonces, algo que se pueda calificar de medidas concertadas, ni dirigidas por una mano peluda, como no tarda en salir a decir el Vice, que solo anda viendo monos con tranchete. En pocas palabras, creo que los funcionarios de Gobierno deben dejar el pánico guardado en su casa, pues para lo que viene no les sirve de nada.


Mientras, uno de los voceros del Gobierno dijo en declaraciones a los medios de comunicación que no iban a criminalizar las demandas campesinas pero que igual les iban a volar reata. ¿Entonces? De qué se trata, si se mueren de inanición es por huevones o porque aguantan mas de la cuenta, y si se mueren por represión es porque se pasaron de la raya, se extralimitaron… no jodan. La vida y las demandas campesinas deben ser atendidas y ahora hay un buen momento. El país necesita salir de la crisis y una vía para ello es una acción decidida en el desarrollo rural.


El subsidio que demandan las organizaciones campesinas tiene un denominador común. Si unas demandan más que otras o lo mismo o menos, es solo un detalle. Lo de fondo es que todas están con las mismas demandas, que en todo caso presentan algún matiz que las diferencia, pero el fondo es el mismo. Y de manera adicional, aunque no sea el mejor momento para recordar, si Guatemala es signataria del TLC con EEUU, no debe olvidar que este país hacia donde se dirigen nuestras principales exportaciones agrícolas, tiene un subsidio claro a su agricultura.


¿Y nosotros qué? ¿Vamos a continuar como si fuéramos extraterrestres?


Pero hay otra dimensión de estas demandas: el monto de 3,000 quetzales para el arranque productivo, solo es equiparable a lo que reciben las gentes en el programa de Mi Familia Progresa. Pues si multiplicamos los 300 quetzales mensuales, por los meses del año, nos arroja la cifra de 3,600 anual. Por ello no veo cual es el susto ante las demandas campesinas.


Creo que se impone la mesura. Las demandas son justas en su totalidad, y si al Gobierno le parece mucho, es porque tienen mentalidad poquitera. Si les parece desproporcionada, es porque no tienen idea de la dimensión de la necesidad campesina y menos de las urgencias. Pero sobre todo, es porque no se han dado cuenta que la movilización campesina lo que pretende es la reactivación productiva del campo y conseguir la seguridad alimentaria.


Adicionalmente parecería que la sordera de los funcionarios gubernamentales encargados de esta problemática, ha conseguido que las movilizaciones campesinas se produzcan de manera continuada y casi simultánea. Es el resultado lógico del hambre y la miseria. Creo que la gente se moviliza en última instancia para procurarse los dos o tres tiempos de comida diaria. Y ello no hay garrote que lo pueda detener. Sobre todo, si en el fondo hay un discurso de solidaridad, de Mi Familia Progresa, y todo ese nuevo discurso que si algo ha hecho, es crear, como ya se dijo, las condiciones para la emergencia de ese actor social que es el campesinado.


Finalmente creo oportuno hacer un llamado a la tranquilidad, pues la demanda campesina y las movilizaciones no hacen sino comenzar en esta nueva ola de de descontento.

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