martes, 1 de junio de 2010

CRISIS SOBRE CRISIS.

CRISIS SOBRE CRISIS.

Miguel Ángel Sandoval


LA última semana de mayo puede pasar a la posteridad como la del desastre anunciado. Tuvimos erupción de cenizas del volcán de Pacaya, lluvia y desbordes de ríos, inundaciones y todo lo demás, por el paso de un huracán-tormenta denominada Agatha, y entre eventos, temblores de tierra. En el caso del volcán, hubo unos puntos muertos y muchos damnificados. Y con la tormenta o depresión tropical, según los gustos, hubo más de cien.


Mientras tanto, días antes de la crisis de la tormenta y de las cenizas, se planificó un simulacro de terremoto y se dijo que teniamos que estar preparados para la crisis que seguramente en algún momento debería llegar. Y la verdad es que cuando llegó nos agarró desprevenidos, a pesar de la tecnología para la prevención de tormentas.


¿Qué estamos haciendo mal? Pues no puede ser que en un pequeño país y en un lapso de tiempo tan corto, se puedan producir tanto efecto natural que nos agarre a gatas como el fenómeno Agatha. Es cierto que la naturaleza no avisa, y también lo es que los recursos del gobierno son limitados, pero eso no explica el abandono de la gente en casos como los actuales.


Los desastres naturales no lo son tanto. Y ese es un buen punto de partida para analizar lo ultimo que nos ha pasado como país y sociedad. Salvo los terremotos que no avisan, las tormentas son predecibles y anticipables. El mejor ejemplo lo tenemos en el Caribe, en Cuba, donde las desgracias personales al momento de huracanes que son frecuentes, son mínimas o ínfimas.


Pero en este caso hay un modelo organizativo que ya lo quisiéramos para nuestro domingo. En ese pequeño país, Cuba, se han llegado a evacuar hasta un millón o mas de personas, y no ha habido desgracias personales, menos la mortandad que vimos este fin de semana aquí en nuestro patio.


Por ello, antes de hablar mal de Cuba, veamos que estamos haciendo mal, y lo hagamos con espiritu de apendisaje y que podríamos mejorar con el ejemplo y apoyo de ese hermano país.

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