EL PULSO HONDUREÑO

Letra con Filo

EL PULSO HONDUREÑO.

Miguel Ángel Sandoval

El jueves al medio día supimos que Mel Zelaya, presidente constitucional de Honduras, encabezaba una marcha ciudadana que se dirigía a las instalaciones e la fuerza aérea de ese país para tomar control de las urnas previstas para las elecciones del domingo, que entre otras novedades, tendrían la cuarta urna, o sea una urna colocada para saber si la gente quería o no una reforma constitucional. La información fue proporcionada en vivo por la radio Sonora de Guatemala. Al caer la tarde, Zelaya y la gente ya tenían control de las urnas y los materiales para utilizar este domingo. El pulso continúa.

La llamada cuarta urna no es vinculante desde el punto de vista legal, pero se puede legitimar de manera profunda, en el deseo de cambios importantes en lo económico, lo social y lo político, por parte del pueblo hondureño. Se trata de un proceso que coloca al pueblo hondureño en condiciones similares a los pueblos del Ecuador, Bolivia o Venezuela. Sin duda alguna es una apuesta democrática.

Esto soltó a los demonios de la derecha y a los demonios golpistas. A la hora en que escribo estas notas, no se sabe todavía el resultado final del pulso que se esta dando entre el presidente apoyado por el movimiento social y la comunidad internacional, contra el sector tradicional de la oligarquía y el ejercito.

Se trata sin duda de lo más importante que se ha producido social y políticamente en el vecino país en los últimos años. A estas alturas ya se invoca la carta democrática de la OEA pues es uno de los pocos instrumentos que se reconocen en algunos países a pesar de todo lo que se dice de esta institución. EEUU por su parte, se limita a observar, es lo que declaran de manera pública, pero desde Honduras sabemos que hay denuncias crecientes por el rol desestabilizador de la embajada norteamericana.

En el fondo lo que hay es la molestia, profunda por cierto, de la oligarquía tradicional al ver que Mel Zelaya opta por la alianza con los países del ALBA, y se incorpora al mecanismo de Petrocaribe. Si ello no fuera suficiente, la apuesta para consultar a la gente, es lo que mas se parece a una democracia participativa, de eso que se ha puesto de moda desde el sur del continente, para legitimar los procesos democráticos, defender la soberanía nacional y dar protagonismo al pueblo, excluido en Honduras como en muchos países. Por ello es importante apoyar a las instituciones hondureñas y por supuesto, a su presidente Mel Zelaya.