Letra Con Filo
EL VETO DE LOS GUSANOS
Miguel Ángel Sandoval
Cuando parecía que el tema cubano podría ser debatido sin presiones, en la reunión de San Pedro Sula, en Honduras, sin condiciones y en el marco de una nueva era política en el continente, resulta que reaparecen los dinosaurios de gusano que dicen que no y con la cobertura de la prensa conservadora se dedican a lanzar ataques al régimen cubano, pero lo más delicado es que funcionarios del gobierno norteamericano dejan la impresión que les hacen caso. ¿Cómo está eso?
La prensa internacional informa que viejos líderes gusanos, dicen a quien les quiera escuchar, que mejor si los EEUU no aprueban un cambio de su vieja política pues la misma es la justa, correcta y todo lo que ya sabemos. Pero el punto es estas declaraciones y actitudes, constituyen una especie del canto del cisne, el fin de los restos de la guerra fría. Es insostenible, ya toco fondo y lo más que puede ocurrir es que el tema se convierta en un malestar creciente entre la región y los EEUU, si no se toman las medidas que se impone tomar.
Hay antecedentes. En la reunión de Bahía en Brasil, países latinoamericanos sin EEUU, en un acuerdo de los participantes dijeron que en la cumbre de San Pedro Sula se iba a tomar una decisión definitiva sobre el levantamiento de “sanciones” políticas a Cuba, rectificando la medida de los primeros años sesentas. Y bien, como no hay plazo que no se cumpla, pues ahora están los cancilleres en pleno debate sobre cómo hacer lo mejor para que no se vea la reunión como dinosaurica.
El tema no es menor. Ocurre que hay un movimiento independentista de muchos de los países latinoamericanos que han rescatado del baúl de los muebles viejos, el de la soberanía. Con lo cual se quiere subrayar que el continente no es más una extensión de los intereses de los EEUU y que puede tener una agenda propia, y a partir de ahí, encontrar los puntos de acuerdo necesarios e indispensables, agrego, entre la región y su socio del norte.
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas. Hay todavía diplomáticos de la región, que son una minoría en extinción, que no aprenden a caminar erectos y prefieren agachar la cabeza y decir que sin el voto de EEUU no se puede tener consenso, acuerdo, ni tomar decisiones. ¡Aliviados estamos!
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