Letra con Filo
TORTAZO A CANADÁ
Miguel Ángel Sandoval
Por causas que estimo vinculadas a lo estrictamente diplomático, Óscar Clemente Marroquín tituló su nota, La Hora 16.6.09, como “Tortazo a la minera Goldcorp”. En efecto, es tiempo de destapar esa pústula que tanto daño nos hace. Sin rodeos, se sabe que la minería de cielo abierto es dañina para el medio ambiente y para la gente que en él habita. Además, que financieramente es un mal negocio y que desde el punto de vista del país sede, en éste caso Guatemala, es un fraude de ley absoluto.
Todo esto se ha dicho hasta la saciedad por ambientalistas, por periodistas honestos, por gente de pueblo sin más interés que el de un país soberano y un país limpio desde el punto de vista ambiental. Pero la sordera es mucha. A pesar de unas 30 consultas comunitarias que han dicho no queremos minería en nuestras tierras, esto en San Marcos y Huehuetenango. Porque las empresas contaminan y no tienen ninguna responsabilidad social, con la necia sordera del MEM.
Ahora es una empresa canadiense que nos dice con lujo de detalles lo que hemos dicho de manera reiterada en los últimos años. Como lo refiere Óscar Clemente Marroquín: “Pero ahora se supo que una entidad canadiense encargada de realizar evaluaciones de las empresas de ese país que hacen inversiones en el extranjero, decidió sacar a la minera Goldcorp de su cartera de inversiones por su absoluta ausencia de responsabilidad social y uno de los casos que sirvieron para llegar a la radical conclusión fue el proceder de su subsidiaria Montana en Guatemala.”
En pocas palabras, la minera canadiense que opera en Guatemala es apestada en su propio país, se le retiran posibilidades de inversión, como corresponde a una empresa delincuente. Y por supuesto, es necesario valorar la existencia de un Estado que no se equivoca con los argumentos desesperados de los defensores del libre mercado y esas babosadas que están en franca decadencia. De eso se trata. No es nada más que eso.
El punto concreto es si el Gobierno de Guatemala y de manera particular el Ministerio de Minas de Hidrocarburos, se decide a revisar la situación de ilegalidad con la que opera la Montana en nuestro país, o si se van a hacer de la vista gorda y comprada. Y también está pendiente saber cuál es la posición de la embajada de Canadá, que hace apenas unos años, en un programa de TV con mi participación, el embajador de Canadá, defendía a capa y espada a la minera.
En otro nivel de análisis habrá que ver si el Gobierno de Guatemala hará respetar o no el Convenio 169, o si opta como el Gobierno del Perú, y se dedica a la matanza de indígenas que fuera de todo, tienen la razón. Pago por ver.
TORTAZO A CANADÁ
Miguel Ángel Sandoval
Por causas que estimo vinculadas a lo estrictamente diplomático, Óscar Clemente Marroquín tituló su nota, La Hora 16.6.09, como “Tortazo a la minera Goldcorp”. En efecto, es tiempo de destapar esa pústula que tanto daño nos hace. Sin rodeos, se sabe que la minería de cielo abierto es dañina para el medio ambiente y para la gente que en él habita. Además, que financieramente es un mal negocio y que desde el punto de vista del país sede, en éste caso Guatemala, es un fraude de ley absoluto.
Todo esto se ha dicho hasta la saciedad por ambientalistas, por periodistas honestos, por gente de pueblo sin más interés que el de un país soberano y un país limpio desde el punto de vista ambiental. Pero la sordera es mucha. A pesar de unas 30 consultas comunitarias que han dicho no queremos minería en nuestras tierras, esto en San Marcos y Huehuetenango. Porque las empresas contaminan y no tienen ninguna responsabilidad social, con la necia sordera del MEM.
Ahora es una empresa canadiense que nos dice con lujo de detalles lo que hemos dicho de manera reiterada en los últimos años. Como lo refiere Óscar Clemente Marroquín: “Pero ahora se supo que una entidad canadiense encargada de realizar evaluaciones de las empresas de ese país que hacen inversiones en el extranjero, decidió sacar a la minera Goldcorp de su cartera de inversiones por su absoluta ausencia de responsabilidad social y uno de los casos que sirvieron para llegar a la radical conclusión fue el proceder de su subsidiaria Montana en Guatemala.”
En pocas palabras, la minera canadiense que opera en Guatemala es apestada en su propio país, se le retiran posibilidades de inversión, como corresponde a una empresa delincuente. Y por supuesto, es necesario valorar la existencia de un Estado que no se equivoca con los argumentos desesperados de los defensores del libre mercado y esas babosadas que están en franca decadencia. De eso se trata. No es nada más que eso.
El punto concreto es si el Gobierno de Guatemala y de manera particular el Ministerio de Minas de Hidrocarburos, se decide a revisar la situación de ilegalidad con la que opera la Montana en nuestro país, o si se van a hacer de la vista gorda y comprada. Y también está pendiente saber cuál es la posición de la embajada de Canadá, que hace apenas unos años, en un programa de TV con mi participación, el embajador de Canadá, defendía a capa y espada a la minera.
En otro nivel de análisis habrá que ver si el Gobierno de Guatemala hará respetar o no el Convenio 169, o si opta como el Gobierno del Perú, y se dedica a la matanza de indígenas que fuera de todo, tienen la razón. Pago por ver.
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